Estamos en época de mandarinas y hay que aprovechar el momento. Este bizcocho es jugoso y de sabor espectacular, creo que las mandarinas tienen un sabor más intenso que la naranjas, así que si os gusta el bizcocho de naranja, éste os sorprenderá.
Le he añadido naranja confitada, porque tenía y le vá muy bién. Si nó teneis en este momento, se puede prescindir sin problemas. La naranja confitada solamente la encuentro en Navidad en los supermercados y suelo comprar para tener a lo largo del año y usarla en los bizcochos.
Para mí, los bizcochos con fruta son los mejores y aprovechar la fruta fresca de temporada, un gran acierto. A disfrutarlo!
Ingredientes:
350 gr. de harina de repostería
120 ml. de aceite de girasol o mantequilla
170 gr. de azúcar
2 huevos grandes
1 yogur
1 sobre de levadura tipo Royal (16 gr.)
1 cucharadita de bicarbonato
3 mandarinas
100 gr. de arándanos deshidratados
naranja confitada picada (opcional)
glaseado:
100 gr. de azúcar glass
4 cucharadas de agua
Preparación:
- Cubrimos los arándanos con agua y los metemos en el microondas durante 1 minuto. Los dejamos reposando mientas se hidratan.
- Rallamos la piel de las mandarinas y exprimimos el zumo.
- En un recipiente amplio mezclamos la harina, la levadura y el bicarbonato y lo pasamos por un tamiz para eliminar los grumos. Le añadimos la ralladura de las mandarinas y la naranja confitada. Escurrimos los arándanos y los añadimos también (si son muy grandes, podemos cortarlos por la mitad).
- Batimos el azúcar y los huevos hasta que estén espumosos y doblen el volumen. Añadimos el aceite de girasol, el yogur y el zumo de las mandarinas.
- Mezclamos el batido de huevos con la harina.
- Volcamos la masa en nuestro molde engrasado.
- Horneamos a 170º durante 35 minutos.
- Para el glaseado, mezclamos el azúcar glass con el agua hasta tener una pasta. Decoramos la superficie del bizcocho.